De la prensa fluía lento el Vino, y me dispuse, aburrido de la radio, a buscar en los cajones. Encontré el viejo mp3 con una selección musical grabada hace 9 años. Con poca esperanza, conecté el obsoleto aparato a los maltrechos altavoces, asombrado, asistí a su resurrección.
Lo curioso es que al escuchar, me emocioné, recordé lo que sentía cuando recopilé esas canciones, y por un ínstante me trasladé a ese momento. No soy esa persona hoy, he cambiado, y sin embargo, la música me devuelve además de las vivencias, las emociones de aquellos días .
Te cuento esto porque pienso que el Vino y la Música son enormes marcadores emocionales.
Con el Vino tengo muchos viajes en el tiempo, uno de los que más se repite es con los Vinos que presentan aromas húmedos, a champiñón, trufa etc. Me ocurre que me veo niño, con un garrafón vacío de color gris en la mano, entrando en el «Bar Bodega», establecimiento que estuvo situado en la calle Fermín Calbetón de Eibar, muy cerca de Pagola.
Recuerdo, además del olor del lugar, la sensación de responsabilidad de la tarea encomendada…
El Vino y la Música reproducen recuerdos y emociones grabados a fuego dentro de ti.
Un buen Vino y una gran Canción pueden ser una puerta en el tiempo, la conexión con la persona que fuiste… y es maravilloso sentir aquello que te hizo ser lo que eres.
Cuídate y bebe buen Vino… con moderación.
Salud
